Al principio, ella creyó que su viejo se había rrepentido, pero después se puso en contacto con la Policía de Bad Hersfeld, lugar donde se ubica la gasolinería. Las autoridades dieron con el novio quien confesó que se sintió como un completo baboso cuando se enteró que su novia andaba sóla en la estación de gasolina.
Dicen, dicen que el esposo no se dio cuenta porque la mujer había estado dormida en la parte trasera del auto. Cuando pararon en la gasolinería, se bajaron los dos; él, a revisar el auto y ella al baño. Luego él subió y no se percató que su esposa aún no estaba.
Fueron 2 horas y media las que la esposa, casi novia de rancho, estuvo con la desesperación y permaneció sola en la sucia y fría gasolinerías, pues su marido viajó cerca de 200 kilómetros sin que se diera cuenta (—ajá—) que había olvidado a su vieja, condenado éste.
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